NEW ROMANTIC: la nueva feminidad entre la oscuridad y la dulzura
El estilo New Romantic, también conocido como Gótico Pastel, es una de las tendencias más fascinantes de esta temporada porque rompe con los moldes clásicos de lo “femenino” y lo “oscuro” para mezclarlos en un mismo lenguaje de moda.
No se trata de elegir entre ser tierna o poderosa, entre ser guerrera o femenina: es abrazar las dos caras de la moneda y demostrar que la verdadera fuerza está en la contradicción.
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Poderosa pero tierna: encajes delicados en tonos pastel combinados con botas de plataforma, como si la suavidad y la fuerza se dieran la mano.
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Guerrera pero femenina: corsets y estructuras rígidas, suavizados con faldas vaporosas o transparencias.
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Rebelde pero sexy: el cuero negro se ilumina con detalles rosas, lilas o azules claros, creando un look que grita rebeldía sin dejar de ser sensual.
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Bruja pero seductora: capas de tul, chokers con símbolos místicos y maquillaje etéreo, evocando un poder femenino.
El New Romantic es la respuesta a una nueva feminidad que no teme a la oscuridad ni al brillo. Es el romanticismo transformado: no el de la princesa que espera, sino el de la mujer que conquista.
Prendas clave del New Romantic
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Vestidos lenceros satinados en tonos rosa palo, lavanda o negro, con encaje y tirantes finos.
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Corsets o bustiers combinados con camisas blancas románticas de mangas abullonadas.
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Faldas de tul o plisadas en tonos claros con medias negras de red o con detalles bordados.
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Pantalones de vinipiel o cuero combinados con tops de encaje o blusas románticas.
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Blazers estructurados en negro con detalles delicados (bordados, encajes, botones perlados).
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Crop tops transparentes de organza o mesh con motivos florales o góticos.
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Abrigos largos de lana o terciopelo, en negro, borgoña o lila.
Detalles de styling
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Medias de red, con moños o con prints góticos.
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Lazos de satén en el cabello en tonos pastel combinados con maquillaje oscuro.
En pasarelas lo hemos visto con vestidos góticos suavizados con transparencias en tonos pastel, labios oscuros combinados con rubores rosados, y prendas que mezclan la rudeza del metal con la delicadeza de la seda.
Es una invitación a jugar con los opuestos, a romper la linealidad, a vestirnos como somos realmente: mujeres complejas, tiernas, poderosas y sensuales.
